Si bien tengo una mirada muy crítica respecto a la promoción del talento en la infancia (podés leer uno de mis artículos aquí), no dejo por eso de apreciar y disfrutar de los modos tan únicos que tiene cada niño para expresar su sentir.
Viendo esta entrega total y compromiso por aquello que les apasiona, uno como docente desearía poder generarles esta misma chispa por la educación.